¡Adelante, date una palmadita en la espalda por traer un bebé sano a este mundo! Así como las necesidades nutricionales de tu pequeño están comenzando un nuevo capítulo, las tuyas también.
Lee a continuación para algunos consejos que te ofrecemos basados en tus planes y necesidades como nueva mamá para los próximos meses.
Si estás amamantando, llevar una dieta equilibrada es fundamental para mantener una producción adecuada de leche. Así que no escatimes.
Ahora necesitas aún más energía que durante el embarazo. Los médicos dicen que, la dieta de una nueva mamá requiere de 340 a 400 calorías más al día mientras está amamantando que cuando estaba embarazada. Asegúrate de que esas calorías sean nutritivas. Tu bebé se asegurará en recibir todos los nutrientes que necesita, aún si esto significa ponerte a ti en un déficit.
Porque si no lo haces, tu producción de leche podría disminuir.
El cerebro de tu bebé está pasando por un período de gran crecimiento justo ahora, y los ácidos grasos omega-3, como el DHA, son bloques de construcción importantes para ese desarrollo. Suplementos de DHA también puede ser una buena opción para ti.
Continúa evitando el alcohol, el humo del cigarrillo, los medicamentos y los alimentos que puedan contener toxinas o pesticidas. Como bien se dice: "Todo lo que inhales o comas va directamente a tu bebé".
Aunque ya no estés embarazada, tu bebé aún depende de ti para su nutrición. Con todo ese desarrollo cerebral rápido que está ocurriendo, querrás asegurarte de que la fórmula que eliges tenga los niveles de DHA y ARA recomendados por los expertos. El DHA y el ARA son dos ácidos grasos importantes que se encuentran en la leche materna y que favorecen el desarrollo del cerebro.
Este "cuarto trimestre" es un desafío para el desarrollo de tu bebé, así como los primeros tres, y es igual de demandante físicamente para ti. Una dieta balanceada puede ayudarte a obtener la energía que necesitas.
Es fácil olvidar de comer con tantas cosas en la cabeza estos días como nueva mamá. Por eso, trata de planificar menús saludables con anticipación y preparar ‘snacks’ nutritivos para cuando estés fuera de casa.
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