Skip to Main Content
Problemas de Dormir del Niño Pequeño: Cuando la Hora de la Siesta Viene Con un "¡No!"

Problemas de Dormir del Niño Pequeño: Cuando la Hora de la Siesta Viene Con un "¡No!"

Las investigaciones han demostrado que los niños en edad preescolar que duermen menos tienen más problemas de conducta. Además, el sueño es un apoyo importante para el desarrollo del cerebro. Estos consejos pueden ayudar a tu niño pequeño en crecimiento a acomodarse en la siesta que aún necesita pero podría tener problemas.

Los niños pequeños y las siestas van juntos como almohadas y cobijas. ¡Excepto cuando no! Algunos días, las siestas son más cortas o más largas. Y algunas tardes estresantes, tu niño pequeño no querrá tomar la siesta. Es frustrante pero no inusual.

Patrones y Necesidades de Dormir del Niño Pequeño

Debido a que mucho está ocurriendo en el rápido desarrollo en el cerebro del niño pequeño, tiene una necesidad biológica de dormir durante el día y la noche. La mayoría de los niños pequeños abandonan la siesta matutina a los 18 meses, pero continúan con una siesta por la tarde hasta los 3 y 5 años. A los 2 años, tu niño pequeño debería estar durmiendo como una hora y media durante el día, más 10 a 12 horas por la noche. Es inteligente tratar de mantener la rutina diaria consistente para tu niño pequeño, con la hora de dormir y siestas a la misma hora todos los días.

De hecho, el sueño es tan importante como la nutrición para un niño pequeño en crecimiento. Un estudio de niños de 2 y 3 años de edad en la Universidad de Colorado reveló que aquéllos que perdieron una sola siesta de la tarde mostraron más ansiedad, menos alegría y menos interés. Reaccionaron menos positivamente ante los eventos felices y con más frustración ante los eventos negativos.

Por qué los Niños Pequeños se Resisten a las Siestas

Las razones del motín de la siesta varían según el niño:

No está suficientemente cansada. En ocasiones, tu niño pequeño simplemente no ha agotado la energía suficiente para estar realmente cansado. Ella podría hacer berrinches para descansar y finalmente quedarse dormida.

¡Ella está demasiado emocionada! Tu niño pequeño también podría negarse a tomar una siesta porque no quiere perderse nada.

Ella está afirmando su independencia. A medida que los niños pequeños crecen, podrían decir no a todo, incluso a las cosas que aman (galletas) o cosas que disfrutan y necesitan (dormir).

Está cada vez más lista para abandonar las siestas por completo. Las necesidades de dormir varían según cada persona. Aunque no es común parar de tomar siestas antes de la edad de 3 años, es posible. Una revisión reciente de 26 estudios publicados sobre siestas en niños hasta los 5 años reveló que, después de los 2 años, los cerebros de algunos niños ya no necesitan el descanso de la tarde. Ellos duermen mejor por la noche sin él. Si tu niño pequeño rutinamente se resiste a las siestas y no se duerme a la hora de la siesta, este podría ser el caso.

Cómo Hacer Dormir a un Niño Pequeño

Trata estas tácticas cuando tu niño pequeño se rehúsa a dormir:

Observa las señales de sueño. Si dice que no, pero se frota los ojos y está de mal humor, es posible que tu niña pequeña necesite dormir.

Guarda una rutina confiable a la hora de la siesta. La repetición de la rutina de la siesta podría incitar a tu niño a dormir. Lee un libro, oscurece la habitación o toca música suave.

Insiste en un tiempo de silencio. Aún si tu niña pequeña no se queda dormida, ten una hora de silencio donde se pueda levantar y mirar libros o hacer algo tranquilo.

Trata de cambiar la hora de dormir. Si tu niña continuamente dice que no a las siestas, yéndose a dormir un poco más tarde pero despertándose a la misma hora podría hacerla más cansada para la siesta del día siguiente.

Apégate a un horario regular. Si permites a tu niño dormir demasiado los fines de semana, podría interferir con la siesta.

Toda la información de Enfamil, incluyendo, pero no limitada a la información sobre la salud, condiciones médicas y nutrición, está destinada a tu conocimiento en general y no substituye la identificación del cuidado médico de un profesional de la salud, consejos o el manejo para condiciones médicas específicas. Debes buscar atención médica y consultar a tu médico o pediatra por cualquier problema específico de salud o nutrición. Nunca ignores el consejo médico profesional ni retrases la búsqueda de tratamiento, atención o ayuda médica debido a la información que hayas leído en Enfamil.