La alimentación con biberón es mucho más simple que vertir líquido en el biberón. Explora nuestros consejos expertos en nutrición para bebés a continuación para que tanto tú como tu bebé aprovechen al máximo la experiencia.
1. Mantenlo personal.
Al igual que con el amamantamiento y los lazos afectivos, la alimentación con biberón puede brindarle a tu bebé calidez, comodidad, contacto visual, contacto con la piel, tu aroma, tu conversación: los conceptos básicos de los lazos afectivos. Así que háblale, tararéale, acurrúcalo y disfruta de tu tiempo de tranquilidad juntos.
2. Establece la escena.
Elige un lugar tranquilo y cómodo donde ninguno de los dos se distraiga. Sosteniendo a tu bebé en una posición semi erguida facilita la deglución. Para acunarlo más fácilmente en esta posición, primero puedes colocar una almohada en tu regazo.
Lávate las manos completamente con jabón y agua antes de preparar la fórmula.
3. Mide cada vez que llenes un biberón.
Ya sea que estés usando fórmula lista para usar, concentrada líquida o en polvo, sigue las instrucciones de preparación según la cantidad que desees usar. Si no lo haces de forma precisa, puedes alterar el sistema digestivo de tu bebé o hacer que pierda su ingesta de nutrientes.
Para el polvo, vierte la cantidad deseada de agua en el biberón de tu bebé, agrega el polvo, tapa el biberón y agita bien. Mezcla un biberón a la vez.
Por favor consulta el empaque de tu producto para obtener la información de mezcla más precisa.
4. Evita el microondas.
Muchos bebés están bien tomando fórmula a temperatura ambiente o incluso de biberones preparados previamente y almacenados en el refrigerador. Es perfectamente nutritivo.
Sin embargo, si deseas calentar un biberón, puedes hacerlo sumergiéndolo en una olla con agua tibia hasta que esté tibio. Calentarlo en el microondas puede crear puntos calientes desiguales que pueden quemar la boquita de tu bebé. Es importante que cheques la temperatura de la fórmula calentada en la muñeca de tu mano antes de alimentar a tu bebé para que no se queme.
5. Toma descansos para eructar.
Todos los bebés tienden a necesitar eructar después de comer. Debido a que los bebés alimentados con biberón generalmente toman más aire, lo que puede hacerlos sentir incómodos, es útil hacer una pausa para hacerlo eructar cada 2 a 3 onzas de fórmula.
6. Observa las señales de tu bebé.
Con la fórmula, sabes exactamente la cantidad que hay en el biberón y cuánto está tomando tu bebé. No obstante, estos números son menos importantes de cómo responde tu bebé. Tu bebé te hará saber por sus comportamientos cuando tenga hambre (como abrir la boquita, chuparse la manita o retorcerse) y cuando haya tenido suficiente (como soltar el chupón del biberón o quedarse dormido).
7. Considera una combinación de biberón y pecho.
Muchas mamás no se dan cuenta de que la alimentación no es necesariamente una elección entre una u otra (pecho o biberón). Una vez que se haya establecido el suministro de leche de amamantamiento, es posible que puedas complementar con biberones ocasionales de fórmula, algo útil para una niñera o si trabajas y no te gusta extraer la leche.
8. Debes saber que otros pueden ayudar.
La belleza de la alimentación con biberón es que, aunque es un momento de unión natural y feliz para ti y tu bebé, puedes compartir esa experiencia. Es inteligente dejar que tu pareja, padres u otros cuidadores tengan el placer a veces, lo que te permite descansar para cuidar y jugar con tu bebé.