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Hábitos Saludables: ¿Debes poner reglas de alimentación para tu niño pequeño?

Hábitos Saludables: ¿Debes poner reglas de alimentación para tu niño pequeño?

Las investigaciones han demostrado que poniendo algunas reglas cuando el niño tiene 2 años puede guiar a más hábitos saludables a los 4 años de edad. ¿Pero podrán muchas reglas de la alimentación para un niño pequeño ser contraproducentes?

Las reglas ayudan a los niños jóvenes a aprender todo tipo de cosas, aún la comida. Y las reglas ayudan a tu niño pequeño a entender lo que esperas de él. Al igual que tú quieres que tu niño pequeño comprenda cómo tratar a otras personas o cómo actuar de manera segura cerca de los carros, tú puedes usar reglas para ayudarlo a entender lo que tú esperas de él a la hora de comer. Los límites también ayudan a prevenir problemas más tarde. Pero muchas reglas y altas expectaciones podrían ser contraproducente y cambiar los alimentos en luchas de poder.

Busca por el lado amigable: suficientes reglas para fijar buenos hábitos para el futuro, pero no muchas reglas que sean desagradables a la hora de comer. La clave es establecer expectaciones que fomenten buenos hábitos a una edad apropiada de una manera que tu niño pueda cumplir.

Reglas de Alimentos con Ingenio para los Niños Pequeños

“No refrescos”. El agua, la leche y las bebidas a base de leche para niños pequeños son las opciones más saludables para los niños pequeños. Un estudio efectuado a 8,850 niños determinó que cuando se prohíbe a los niños el consumo de determinados alimentos no saludables, como los refrescos, a los 2 años, habrá menos posibilidad de que los elijan a los 4 años. Los investigadores encontraron que los niños pequeños a quiénes se les permitió tomar refrescos, 25% de ellos continuaron eligiéndolos por si mismos en la edad preescolar.

A los niños que les van mejor en lo que los investigadores llaman autocontrol, pasando las tendencias naturales para perseguir metas a largo plazo, y cuyos padres les tenían reglas de alimentación en favor de opciones más saludables, también tomaron mejores elecciones en cuanto a los alimentos. Así, por ejemplo, pudieron evitar el sabor dulce del refresco porque habían aprendido que se sentían mejor y tenían menos hambre tomando algo más. Pero al tener las reglas de los padres en su lugar para guiarlos fue una clave. Los niños que pudieron auto controlarse pero no tuvieron reglas de sus padres, tenían hábitos de alimentación no saludables similares a aquellos que no pudieron controlarse a sí mismos.

“Nos sentamos cuando comemos.” A los niños pequeños les gusta moverse continuamente, pero es un peligro de ahorcarse. Comiendo solamente sentado, incluyendo bocadillos, es más seguro. Tu niño también aprende a comer con otros y tu evitas arreglar el escenario para el mal hábito de comer sin poner atención (por ejemplo, mientras mira televisión).

Reglas de Comida para Evitar

“Come todo lo que tienes en el plato”. Muchas reglas antiguas con las que los padres crecieron ahora están desactualizadas. Obligando a un niño a comer todo lo que tiene en el plato o todo lo que le han servido ahora se considera una mala idea. Tu niño pequeño no aprenderá a escuchar los signos de hambre y saciedad de su cuerpo y probablemente coma en exceso.

“No te puedes levantar de la mesa hasta que no pruebes un bocado”. Evita presionar a tu niño a comer un determinado alimento. Tu trabajo es presentar una variedad de opciones saludables; tu niño pequeño decidirá si quiere probarlos (o no). Tú tendrás que ofrecer un alimento varias veces antes de que él tome ese primer bocado; solo mantén la calma y no te preocupes tanto por la nutrición. La dieta de un niño pequeño tiende a equilibrarse después de varios días si le ofreces varias opciones saludables diferentes.

“No habrá postre hasta que comas tus chícharos". Evita que el postre sea el premio por terminar una comida. No es malo servir ocasionalmente un premio de dulce, pero trata de poner el énfasis en la palabra “premio”. Los dulces no deberían ser una carnada para que los niños coman verduras y otros alimentos.

Toda la información de Enfamil, incluyendo, pero no limitada a la información sobre la salud, condiciones médicas y nutrición, está destinada a tu conocimiento en general y no substituye la identificación del cuidado médico de un profesional de la salud, consejos o el manejo para condiciones médicas específicas. Debes buscar atención médica y consultar a tu médico o pediatra por cualquier problema específico de salud o nutrición. Nunca ignores el consejo médico profesional ni retrases la búsqueda de tratamiento, atención o ayuda médica debido a la información que hayas leído en Enfamil.