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Los más pequeñitos pueden tener gases nada pequeños. Estas posiciones pueden ayudarle a sentirse mejor.
Los gases en bebés son un problema común (y un poco oloroso). Y aunque los eructos y las flatulencias son normales en bebés, es cuando las burbujas de aire se acumulan en su pancita y los intestinos, pueden ser incómodas para tu pequeñito. Aunque eructar con frecuencia es la primera opción para aliviar los gases en tu recién nacido, las siguientes cinco posiciones también pueden ayudar a calmarle sus molestias y su malestar.

Tiempo boca abajo, sesiones supervisadas en las que colocas a tu pequeñito boca abajo mientras está despierto tienen varios beneficios. Ayuda a desarrollar su fuerza central y control de su cabecita, y también puede promover la liberación de gases. El estiramiento y la presión abdominal le dan a tu bebé un masaje en la pancita que puede ayudar a romper las burbujas de gas. Coloca uno o dos juguetes alrededor de tu bebé para animarle a estirarse y moverse.
Coloca a tu bebé boca arriba y mueve suavemente sus piernitas como si estuviera en una mini clase de ciclismo. Este movimiento de pedaleo puede ayudar a liberar los gases rebeldes. Detente de vez en cuando y empuja suavemente ambas rodillas de tu bebito hacia su pancita.
La sujeción abdominal, también conocida como sujeción de antebrazo o de balón de fútbol americano, puede proporcionar alivio para los gases del recién nacido. Sostén a tu bebé boca abajo de manera segura, con tu mano bajo su pancita y su cabecita apoyándolo en tu antebrazo. Para seguridad, puedes poner tu otra mano sobre su espaldita. Mece y balancea suavemente a tu pequeñito o masajea su espaldita. También puedes cambiar la posición del bebé, de modo que su cabecita descanse en tu mano.
Si tu bebito es propenso a los gases, trata de mantenerlo en posición vertical durante aproximadamente 30 minutos después de comer, con su cuerpecito recto, no sentado. Evita colocar a tu pequeñito boca arriba inmediatamente después de alimentarlo.
Con cuidado, recuesta a tu bebito sobre su lado izquierdo mientras lo sostienes en brazos y acaricia su espaldita para promover la calma. Si tu bebito se duerme, colócalo boca arriba en su cuna lo antes posible. Por razones de seguridad, los bebés hasta de un año siempre deben dormir boca arriba sobre una superficie plana y firme, libre de juguetes, almohadas, ropa de cama suelta y mantas.
Algunas posiciones pueden funcionar mejor que otras para tu pequeñito, y es posible que debas alternar estrategias. Sé paciente y procede con calma mientras trabajas para encontrar las posiciones ideales para ayudar a aliviar los gases de tu bebito. Si tu bebé continúa luchando con gases e inquietud, o no está aumentando de peso o experimenta problemas adicionales como reflujo, diarrea o popós de color blanco, rojo o negro, consulta a su pediatra.
Si bien algunos bebés no se inmutan por los gases —e incluso pueden parecer sonreír al expulsarlos—, otros pueden experimentar molestias relacionadas. Además de los eructos y flatulencias esperados, lo siguiente podría indicar un bebé particularmente gaseoso.
Los gases pueden ser incómodos, y tu bebé puede comunicar su malestar mediante llanto e irritabilidad.
Si tu bebé llora excesiva e inconsolablemente durante tres o más horas al día, más de tres días a la semana, durante más de tres semanas —y no tiene hambre, sueño ni está enfermo—, podría tener cólicos. Los gases son un desencadenante potencial de los cólicos, pero no el único. Consulta a tu médico, quien puede ayudar a identificar qué podría estar haciendo a tu bebé tan irritable.
Los bebés pueden tener la pancita hinchada y dura cuando tragan demasiado aire mientras comen.
La pequeña pancita de un bebé se llena rápidamente. Si tu pequeñito toma leche materna o fórmula para bebés muy rápidamente, no sólo puede tragar aire (lo que causa gases), sino también presentar vómitos pequeños.
Un bebé con gases puede encoger las piernitas hacia su pechito, quejarse, retorcerse y mostrarse irritable y molesto.
La falta de movimiento durante el sueño puede acumular gases.
Existen varias razones por las que tu bebito puede estar experimentando gases:
La buena noticia es que, frecuentemente, los gases en sí mismos no son dañinos, y los bebés suelen superar la etapa de gases excesivos a medida que su sistema digestivo madura. Aprende más sobre la irritabilidad y los gases en bebés.
Si alimentas a tu bebé con fórmula, consulta a su pediatra sobre cambiar a la Fórmula para Bebés Enfamil NeuroPro Gentlease. Provee un inicio suave para pancitas sensitivas y está diseñada para calmar la irritabilidad, los gases y el llanto en tan sólo 24 horas.
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