Los gases son comunes en los bebés y, aunque no siempre indican un problema grave, pueden hacer que tu pequeñito se sienta incómodo e inquieto. Exploremos algunas posibles conexiones entre la irritabilidad y los gases en los bebés, y qué podría ayudar a calmar la irritabilidad de tu pequeñito.
Descubre la Fórmula de GentleaseDescubre la Fórmula Optimum Gentlease¿Cómo puedes calmar a un bebé inquieto y controlar su malestar? ¿Qué debes preguntarle a tu pediatra? ¿Cuáles son algunos consejos para ayudar a un bebé con gases? Explora nuestros recursos sobre la irritabilidad y los gases para que puedas encontrar consejos que ayuden a tu bebé a sentirse mejor y convertir esos llantos en dulces arrullos.
Una causa común de los gases en bebés es ingerir aire mientras se alimentan, pero el exceso de gases y la irritabilidad también podrían estar relacionados con:
Todos los bebés pueden experimentar algunos gases y, con frecuencia, los gases en sí mismos no son dañinos. Esas pequeñas regurgitaciones y episodios de flatulencia son esperados mientras el sistema digestivo de tu pequeño se desarrolla y mejora su capacidad para descomponer los alimentos. Por lo general, los bebés superan la etapa de los gases alrededor de los seis meses.1
En muchos casos, los gases y la irritabilidad de un bebé pueden estar relacionados con problemas de alimentación, como:
Cuándo llamar a tu pediatra: Deberás contactar a tu proveedor de atención médica si tu bebé no está aumentando de peso o tiene gases excesivos e inquietud acompañados de otros problemas como reflujo, diarrea o popós de color blanco, rojo o negro. Estas señales podrían estar relacionadas con una posible alergia a la proteína de la leche de vaca o a otra condición médica.
Si estás alimentando a tu bebé con fórmula, tu pediatra puede sugerir cambiar a una fórmula diseñada para calmar los problemas de gases, como Enfamil Gentlease o Enfamil Optimum Gentlease. Si tu bebé tiene alergia a la proteína de la leche de vaca o sensibilidad a la lactosa, tu pediatra puede recomendar el uso de una fórmula hipoalergénica o una fórmula especialmente diseñada para la sensibilidad a la lactosa. Si estás amamantando, continúa haciéndolo, pero intenta identificar si hay ciertos alimentos en tu propia dieta que podrían estar contribuyendo a los problemas de gases de tu pequeñito.
*Entre los que tienen una preferencia.
†Agregado como ingrediente.